viernes, 20 de mayo de 2016

Introducción al maravilloso mundo del diédrico

¡Hola de nuevo a todos!
Hoy en esta entrada vamos a ver un aprendizaje teórico. Y es que hasta ahora no os había hablado de algo muy importante dentro del dibujo técnico. En efecto, ¡nuestro querido sistema diédrico!.

Seguro que tenéis en la mente muchas ideas al respecto de este sistema de trabajo, pero hoy quería hablaros de una nueva forma de trabajar el diédrico no tan extendida, pero que es muy práctica: el sistema directo. Seguro que en vuestra mente estais acostumbrados a el método tradicional, y esto que os contaré sobre el seguro que os suena: El método clásico trabaja con una línea de tierra, que es la intersección del plano horizontal de proyección con el plano vertical. Esta se simboliza con una línea continua y fina con dos trazos, cada uno en un extremo, siempre en la zona que corresponde a la proyección horizontal del primer cuadrante. Se denomina con las siglas LT y en ella se encuentran las trazas horizontal y vertical. Pero...¿qué me diríais si os digo que es posible trabajar sin línea de tierra?
¿Conocéis las diferencias entre usar línea de tierra y no usarla?

Hoy conoceremos las principales ventajas y desventajas de usar el sistema de representación libre frente al convencional. ¿Conocéis la larga historia que tiene el sistema diédrico como sistema de representación gráfica? Es sin duda una disciplina de representación de objetos tridimensionales mediante sus proyecciones ortogonales sobre planos muy extendida y con una larga evolución. El cambio significativo llega cuando Adam V. Millar, profesor emérito de la Universidad de Wisconsin, ideó el Método directo, del cual os he hablado antes. Esto quedó registrado en 1913 cuando Millar y Maclin escribieron el primer libro que explicaba dicho método, aunque les falto incluir las proyecciones auxiliares, que incluirían en 1919 en otra publicación junto con Marguard.

El método directo considera como planos de proyección los paralelos a las caras de un triedro trirrectángulo referencial, permitiendo así eliminar la línea de tierra y situar la planta y el perfil a cualquier distancia del alzado. En este caso, los planos no quedan definidos por las trazas, como sucedería en un método de representación tradicional, sino que quedan definidos por cualquiera de los elementos geométricos que los determinan. Las coordenadas, en un sistema tradicional eran absolutas, y ahora sin embargo, son relativas, dado que no es fundamental la posición de los planos de referencia. Dichos planos de referencia, sitúan los elementos a representar siempre en el primer o tercer diedro, dando lugar, en el primer caso, al sistema Europeo, o en el segundo, al sistema Americano de Representación normalizada de vistas.

Todo esto que os he explicado, os lo resumo en una tabla:



¡Vamos ahora a verlo aplicado a un ejercicio! ¿Qué os parece si lo resolvemos por los dos métodos? No hay mejor forma de aprender algo que viéndolo aplicado…y es por ello que el ejercicio que vamos a hacer hoy creo que os gustará, sobre todo si os gusta el ajedrez. Aquí os dejo el enlace al ejercicio:
 


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